¿Qué es el moho y por qué es considerado un contaminante biológico?
El moho es un hongo microscópico y multicelular que se reproduce mediante esporas. Estas esporas, aunque están presentes de forma natural en el ambiente, pueden convertirse en un problema cuando se combinan con humedad persistente, temperatura estable y materiales orgánicos. En esas condiciones, tienen la capacidad de colonizar diversas superficies dentro de viviendas u oficinas.
En interiores, los mohos actúan como contaminantes biológicos. Liberan esporas y compuestos metabólicos al aire que pueden impactar la salud humana, ya sea de forma aguda o crónica. En personas sensibles, esta exposición puede manifestarse a través de síntomas alérgicos, respiratorios, inmunológicos e incluso neurológicos.
Por lo tanto, es importante conocer cuáles son los tipos de moho en casa más comunes y cómo se relacionan directamente con la salud. A continuación, los detallamos uno por uno.
Stachybotrys chartarum (Moho negro tóxico)
Este tipo de moho en casa, de color oscuro, crece lentamente en materiales ricos en celulosa como tableros de yeso, cartón o aislamiento. Generalmente aparece cuando estos materiales han estado húmedos por más de 72 horas. Por esta razón, es frecuente encontrarlo en construcciones que han sufrido daños por agua.
Además, produce micotoxinas del grupo tricotecenos, especialmente satratoxinas, que afectan tejidos epiteliales, mucosas y el sistema nervioso central. Su exposición prolongada puede provocar inflamación respiratoria, sangrado nasal, supresión inmunológica y síntomas neurológicos como pérdida de concentración, fatiga y sensibilidad química. En particular, representa un riesgo elevado para niños y personas inmunocomprometidas.
Aspergillus spp.
El moho es un hongo microscópico y multicelular que se reproduce mediante esporas. Si bien estas esporas están naturalmente presentes en el ambiente, pueden convertirse en un riesgo cuando coinciden con condiciones específicas como humedad persistente, temperatura estable y presencia de materiales orgánicos. Ante este escenario, las esporas pueden colonizar diversas superficies dentro de viviendas, oficinas y otros espacios cerrados.
Dentro de los ambientes interiores, los mohos se comportan como verdaderos contaminantes biológicos. Liberan esporas y compuestos metabólicos al aire que pueden afectar la salud humana de forma aguda o crónica. En personas sensibles, esta exposición puede derivar en síntomas alérgicos, afecciones respiratorias, alteraciones inmunológicas e incluso manifestaciones neurológicas.
Por esta razón, resulta fundamental identificar los tipos de moho en casa más comunes y entender cómo se relacionan directamente con la salud de quienes habitan o trabajan en estos espacios. A continuación, presentamos los más frecuentes.
Penicillium spp.
Aunque algunas especies de Penicillium se usan para fabricar antibióticos, otras pueden producir micotoxinas como penitrema y citrinina, con efectos potencialmente neurotóxicos y hepatotóxicos.
Este moho crece rápidamente en madera, paredes húmedas, alimentos, alfombras y aislamiento. Sus esporas, livianas y secas, se dispersan con facilidad. Se ha relacionado con congestión nasal crónica, rinitis, sinusitis, reacciones alérgicas, disminución de la función pulmonar en espacios laborales y sensibilización a largo plazo en personas expuestas de forma repetitiva.
Cladosporium spp.
Es uno de los mohos más comunes tanto en exteriores como en interiores. Aparece en ductos de ventilación, marcos de ventanas, textiles y zonas con condensación leve.
Aunque no produce micotoxinas potentes, su alta concentración de esporas lo convierte en un alérgeno frecuente. Provoca rinitis, conjuntivitis, empeoramiento del asma y dermatitis en personas sensibles. En pacientes inmunosuprimidos puede causar infecciones superficiales en piel o senos paranasales.
Alternaria spp.
Alternaria es un moho dematiáceo que coloniza rápidamente zonas con humedad y ventilación deficiente como baños, cocinas o áreas con goteras. Sus esporas grandes pueden causar reacciones intensas en individuos alérgicos.
Se ha documentado su relación con crisis asmáticas, inflamación bronquial aguda, urticaria por contacto y mayor riesgo de hospitalización en pacientes pediátricos con asma mal controlado. También puede inducir sensibilización en personas expuestas durante largos periodos.
Desde mi experiencia
En muchas inspecciones, lo que más sorprende a los clientes es que los síntomas que sienten a diario —fatiga, alergias, dificultad para respirar— no siempre tienen una causa médica directa. A veces, la verdadera causa está en el ambiente.
El problema con el moho no es solo que exista, sino que muchas veces no sabes qué tipo de moho tienes, cuánto tiempo llevas expuesto ni qué efectos ya se han desencadenado. La diferencia entre prevenir y reaccionar puede marcar la salud de una familia entera o el ambiente de trabajo de un equipo completo.
Si tienes dudas, si hay humedad persistente, si has tenido filtraciones, si notas síntomas que solo aparecen en casa o en tu oficina, lo mejor que puedes hacer es evaluarlo profesionalmente. Detectarlo a tiempo puede ahorrarte dinero, daños estructurales y, sobre todo, problemas de salud difíciles de revertir. Si quieres saber mas aqui te dejo este articulo ¿Necesitas una inspección de moho en casa?
Una evaluación técnica te da respuestas claras: qué tipos de moho en casa hay, qué tan grave es el caso y qué medidas tomar. Y con esa información, puedes actuar con tranquilidad, sin especular ni asumir riesgos innecesarios, aqui puedes ver el Proceso de inspección de moho paso a paso